¡Acusada de homicidio involuntario!
“Hazlo y punto”
En el verano del 2014 Conrad Roy, estaba sentado en su camioneta y tenía firmes sus planes de acabar con su vida, pero de un momento a otro comenzó a dudar al respecto. Asustado, le envió un mensaje a su novia para saber qué pensaba. La respuesta de ella fue: “Hazlo y punto”. Y finalmente Roy lo hizo. Conrad Roy tenía 18 años y luchaba a diario contra la depresión y los pensamientos suicidas que terminaron ganando. Fue encontrado muerto en el estacionamiento de un supermercado. Tras su muerte, Michelle Carter (su novia) de 17 años fue acusada de homicidio involuntario.
Tres años después de la muerte del chico, la joven acude a juicios, en el complicado caso donde mucha gente se ha preguntado: ¿Una persona puede ser acusada y condenada por la muerte de alguien sólo por mandarle un mensaje de texto? Las evidencias que se tienen en contra de Carter, quien ahora tiene 20 años, son cientos de SMS en donde animaba a Roy a suicidarse. Ambos intercambiaron muchos mensajes de texto durante varios días antes de que Roy acabara con su vida.
“Estarás feliz al fin en el cielo. No más dolor”; “Es normal que tengas miedo, estás a punto de morir”; “Así que supongo que no lo vas a hacer, todo eso para nada…”. “Estoy tan confundida, estabas listo y decidido”. Todo esto escrito por Michelle a Roy horas antes del suicidio.
Cuando Roy dudó en suicidarse, Carter le escribió que “ahora” era el mejor momento ya que todos estaban durmiendo. “Sólo ve a algún lugar con tu camioneta. Nadie está fuera a esta hora”, le recomendó. Finalmente le mandó el mensaje que terminó siendo decisivo para motivarlo: “Pensé que querías hacer esto. Es el momento adecuado y estás listo… Sólo hazlo, bebé”, le escribió Michelle. Después de esos mensajes Roy se encerró en su auto, soltó el gas y murió por intoxicación de monóxido de carbono.
Las autoridades indicaron que Michelle le confesó a una amiga que ella había estado en contacto con él cuando Roy se suicidó. Ella dijo: “Lo ayudé a facilitar las cosas y le dije que estaba bien. Podría haberlo detenido o llamado a la policía, pero no lo hice”. Gracias a todos los mensajes de texto, Carter fue acusada en 2015 de homicidio involuntario gracias a su “presencia virtual” en el momento del suicidio y la “presión constante” sobre su pareja.