¡Conociste a la persona correcta, en el momento equivocado!
¡Seguro sabes de lo que hablamos!
Carl Jung, célebre psicólogo, le habló al mundo acerca de la sincronicidad: “la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero no de manera casual”. A veces, el encuentro inesperado con alguien puede ser el peor enemigo, en especial, cuando se trata del amor. La sincronicidad, el destino, la suerte, como prefieras llamarle, te sitúa en el camino de personas maravillosas que cambian tu visión del mundo y de las cuales te enamoras sin mí. Lo mejor de todo es que ella o él te corresponden. Ése es el panorama positivo, idílico y el que permite que dos almas se junten para formar una sola. Frente a ti está el hombre de rostro perfecto, cuerpo exquisito y pensamientos tan compatibles con los tuyos que no te puedes creer que sea cierto. Al lado tuyo está el hombre más sensual y divertido que jamás has conocido, el tipo que por fin te valora y te da el trato que siempre has merecido. Sin embargo… A veces la sincronicidad también se equivoca. Hace que te topes con esa persona perfecta en el momento equivocado, el más lamentable, el menos propicio para iniciar un romance. Tal vez no sean polos opuestos pero el dolor de saberse lejanos, aun estando tan cerca, es una de las expresiones más dolorosas de las relaciones sentimentales. Tenemos para ti algunos de ellos.
Cuando te gusta, pero tiene un estilo de vida diferente al tuyo
Ante esto hay poco o nada por hacer. Cuando dos personas mantienen un estilo de vida opuesto, la relación, a mediano plazo estará destinada a naufragar antes de llegar a tocar un puerto en común. No querrás involucrarte con una persona que, por ejemplo, tiene a su trabajo como lo más importante de su vida que no presta atención a nada más o con alguien que viaja tanto que apenas le queda tiempo para respirar, ¿o sí?
Cuando te encanta, pero uno de los dos está pasando por un momento de duelo que no los deja abrirse a otras relaciones
Las pérdidas de trabajo, una ruptura sentimental o la muerte de un familiar dejan cicatrices que tardan un tiempo en sanar. En ese periodo, tal vez tú y la persona que acabas de conocer no tengan deseos de iniciar una relación, lo cual es perfectamente normal. Dense un tiempo, tal vez no todo esté perdido. Si la sincronicidad está de su lado, quizá deban esperar a que todo se normalice.
Cuando te has enamorado perdida y locamente pero tú ya tienes un proyecto personal que es más fuerte que ese sentimiento
A veces, tus sueños y los de la otra persona van hacia rumbos opuestos. Si ya tienes en mente un viaje, una larga estadía en el extranjero, una mudanza a un sitio lejano del país, deberás valorar el peso de este proyecto y lo que la otra persona tiene por ofrecerte. Será complicado hacerlo, sólo concéntrate por no tomar una decisión que te aleje de aquello por lo que tanto has luchado.
Cuando conoces a alguien que te vuelve loca pero esa persona sigue estancada en el pasado
Todas cambiamos, evolucionamos, maduramos. Lo que hace diez años nos gustaba, hoy ha sido sustituido por otra tendencia. Lo que antes te llenaba de orgullo hacer, tal vez hoy sea un poco vergonzoso para tus concepciones de vida. Puede ocurrir que un buen día conozcas al amor de tu vida, pero que lo que el espera de ti ya no forma parte de tus expectativas de vida ni de tu presente. No es el momento de regresar a los viejos hábitos sino de plantearle a la persona lo que eres y lo que él está dispuesta a aceptar de ti.
Cuando esa persona te fascina, pero es demasiado joven para ti
Hay una frase en extremo trillada que dice que “para el amor no hay edad”. Es cierto… pero hasta cierto punto. La diferencia de edad no ha sido obstáculo para muchas personas al momento de empezar una relación, sin embargo, para otras sí es un factor determinante para frenar una posible relación. El problema radica en que tal vez tus ambiciones son opuestas a las de la otra persona y viceversa.
Cuando te enamoras de alguien, pero es el mejor amigo de tu pareja
Fatalidad absoluta. Una crueldad del destino. Una jugarreta del karma. Muchas se aventuran a vivir un tórrido romance clandestino, otras más conscientes se harán a un lado y tratarán de evitar u olvidar a esa persona. ¿Te diste cuenta, a través de la convivencia, de que ella o él tienen más en común contigo pero que hay una persona que los separa? Demonios, ¿qué se hace en esos casos?
Cuando conoces a la persona perfecta durante un viaje al extranjero, pero no te es posible quedarte con él
Suena a cinta de amor pero, ¿a cuántas viajeras no les habrá ocurrido algo semejante? Conocen al hombre ideal, pero la distancia, el trabajo, los planes, la vida en su país de origen les impide consumar su relación. Maldita sincronicidad. Tal vez en otra vida. ¿Te ha pasado?
Cuando caes fulminado de amor, pero la otra persona te revela algo inesperado
Te presentan con alguien, platican durante horas, te parece que nunca has visto algo más hermoso y perfecto. ¡La suerte está por fin de tu lado! Antes de despedirse le pides su teléfono para quedar de nuevo mañana o lo más pronto posible, sin embargo, te frena en seco al decirte que la siguiente semana contraerá matrimonio. Digno para quebrarse toda la vida.
Carl Jung menciona que las coincidencias no existen. Ojalá no existiera tampoco el dolor por desamor, ese demonio inesperado, tormentoso y ácido que nos da muchas lecciones para la vida.