¡Alimento con alto valor proteico!

Para comenzar, el miso es un alimento asiático, que se obtiene de la soya fermentada. Es una pasta salada, de color café oscuro y tiene un sabor muy intenso con un alto valor nutricional. Este ingrediente japonés no sólo se usa para la elaboración de la afamada sopa en japón, si no que también para marinar, adobar, en salsas, aderezos o en platos preparados como salteados o estofados.

Cada tipo de miso se usa en diferentes elaboraciones, debido a su cantidad de sal. Lo más salados se emplean para marinar carnes y siendo el tiempo de maceración corto. Mientras que el miso blanco, se puede emplear para marinar pescados o mariscos.

Preparación

1. Para aderezo o adobo: añadir 1 cucharada de miso con 2 cucharas de vinagre, 2 cucharadas de salsa de soya, 2 cucharadas de aceite de ajonjolí, 1/2 cucharadita de jengibre fresco picado y ajo.

Para muchos, este producto es desconocido, pero lo cierto, es que es un alimento considerado como curativo en la antigua cultura China y Japonesa. Esta pasta aromatizante, es fermentada de manera natural (no pasteurizada) con semillas de soya o habas, en ocasiones con cereales como arroz, cebada o trigo, y sal marina.

 Alto valor proteíco

Dependiendo del tipo, encontramos miso con una concentración de proteínas del 13%, hasta un 20%, como el popular Hatchomiso. Al igual que en legumbres y cereales, el miso contiene altos valores de carbohidratos de lenta absorción, combustible idóneo para nuestros músculos, así como altos niveles de vitamina B12, ácido fólico y minerales como magnesio, calcio y hierro.